“En el ámbito de lo “originario” cualquier autoridad puede llamar a la
puerta a preguntar ¿es originario?”
Es común que, en la gestión del comercio exterior, el tema de “origen” se
enfoque en el sentido del beneficio arancelario: el uso del documento.
Sin embargo, en los diferentes tratados firmados por México, en los distintos
capítulos de “cooperación o procedimientos de origen” nos cita que
cualquier autoridad puede solicitar información respecto los elementos bajo
el cual se utilizo un documento para generar origen a dicho producto o
componente; esta solicitud puede llegar por escrito, correo electrónico,
visitas de verificación o de cualquier medio*
Las empresas están acostumbradas al uso de los certificados de
origen para exentar preferencias arancelarias, lo que llamamos la
punta del iceberg; y sin intenciones de desanimar su uso, sino con la
necesidad de sensibilizar sobre la responsabilidad del documento,
necesitamos hablar del fondo.
Es decir, de todo lo que existe por debajo de ese iceberg que deberían de considerar las
empresas que generan un certificado de origen para la exportación, o que utilizan un certificado
de origen en la importación. Es importante traer a la mesa de conversión:
1. El conocimiento de fondo bajo qué regla de origen y criterio se está emitiendo ese
documento.
2. El tema de la rastreabilidad con sus proveedores; con esto nos referimos a la importancia
de sensibilizar a la cadena de suministro de la empresa respecto a la informacion que
está declarando. No es solo obtener el documento soporte, sino que existe una
corresponsabilidad en las operaciones. ¿No se te hace raro ese documento? ¿Es
razonable el origen de ese componente?
3. El control documental como elemento del cumplimiento aduanero, es decir la revisión
de la informacion y los documentos que le entregan a la empresa.
Llámese: certificación
de origen, declaraciones de origen, Multido, etc.
¿En dónde se guarda la información? ¿Quién tiene acceso?
Recordemos que la autoridad puede requerir informacion de ejercicios previos.
Es responsabilidad del operador de comercio exterior pasar de “tengo el documento”, hacia la
revisión de fondo del mismo.
¿Qué elementos fueron los que le dieron el origen?,
independientemente si soy el exportador o el importador.
¿Hace cuanto realice el análisis de origen de mis productos terminados?
¿Han cambiado mis componentes, sus costos? ¿Han cambiado mis proveedores?
¿Se están importando varios componentes de diferentes proveedores?
¿Que informacion tiene mi anexo 24 conforme los países de origen de tales componentes cambian?
¿Qué origen tiene cada uno de ellos?; Si la estructura tiene subensambles
¿cuál es el precio unitario considerado?
¿Estoy utilizando fracciones arancelarias de importación genéricas “99” que me impacta en mi análisis de origen?
En la práctica; hemos visto que, para responder esas preguntas, necesitamos hacerlas
a varias personas de la compañía; la respuesta puede variar por año; y que no
existe alguna referencia o control documental por ejercicio o por periodo de tiempo.
En el día a día, cada vez escuchamos de una mayor coordinación y sinergia entre dependencias
gubernamentales como CBP, AGACE que requiere informacion a la parte importadora /
exportadora respecto los elementos analizados para calificar como originario a cierto producto.
Conforme el TMEC podemos identificar este tema, en los siguientes apartados
(a) en el caso de Canadá, el párrafo 42.1(1)(a) del Customs Act,
(b) en el caso de México, el Artículo 5.9 del Tratado, y
(c) en el caso de los Estados Unidos, la sección 509 del Tariff Act of 1930”
¿Qué es factible hacer? ¿Qué pasa en algunas industrias?
La industria automotriz tiene años fortaleciendo este control documental, como resultado del
nivel de complejidad de las reglas de origen; es decir el aumento del porcentaje requerido para
denominar originario conforme la regla del valor de contenido regional, la regla del salto
arancelario, la necesidad de conocer el valor de rastreo y/o el valor de ciertos componentes.
Sobre la marcha y durante estos últimos años hemos visto que cada vez existe mas informacion
y herramientas que se han generado para controlar este nivel de datos e informacion.
Es sumamente importante que cada vez más empresas conozcan la información del fondo del
análisis de origen de sus productos.
Es común que para conocer la factibilidad de ciertos proyectos de inversión se aterrice sobre
este tema. Sin embargo, el “deber ser” debe ampliarse en el cumplimiento aduanero.
Las recomendaciones en ese sentido son las siguientes:
1. Acercarnos al fondo, “mirar hacia abajo del iceberg”,
Es decir, investigar más de ese proveedor que nos dice que sí cumple
2. ¿Cómo está llenando su declaración? ¿El criterio usado suena congruente con la
naturaleza del componente?
3. Tener un soporte documental de las pruebas y evidencia del origen de los componentes
y sus proveedores.
4. Tener la sensibilidad y cercanía con los diversos departamentos de la empresa para
conocer la estructura de materiales del producto, costos, proveedores, orígenes.
5. Trabajar el análisis de la informacion por ejercicios fiscales. De esa forma puedes
segmentar el origen de cierto componente respecto últimos 12 meses, precio promedio
en ejercicio previo; esto permite contextualizar y analizar la informacion.
Finalmente recordar que en el ámbito de lo originario recordar que SIEMPRE, lo especifico tiene
mayor peso que la generalidad.
